En el siglo XVI, debido al aumento de la población en Salteras, el templo medieval se había quedado pequeño y el visitador Diego de Loaysa ordenó que fuese derribado, haciéndose en 1540 a las órdenes del maestro mayor Alonso Beltrán. La bóveda de la capilla mayor se cerró el 4 de agosto de 1544, pero, debido a que los trabajos no se realizaron correctamente, hubo un pleito contra el maestro mayor y el maestro alarife Juan de Burgos y se reconstruyó en 1577 por el maestro mayor de la catedral de Sevilla Pedro Díaz de Palacios, terminándose en 1581.
El nuevo edificio quedaría terminado en 1554, la Capilla Mayor, naves y demás capillas, a excepción de las portadas y la torre que fueron construidas en el siglo XVII. En el siglo XVIII, debido al terremoto de Lisboa de 1755, hubo de intervenirse en la iglesia. El maestro mayor Pedro de Silva restauró la armadura de la techumbre de la nave central y Ambrosio de Figueroa intervino en el presbiterio.
La iglesia de Salteras es de estilo gótico mudéjar. Tiene planta basilical, con tres naves, la central más ancha y alta que las laterales, divididas por arcos apuntados que descansan sobre pilares cruciformes. Están cubiertas por armazón de madera de par y nudillo, y alfarjes, la central, y de colgadizo, las laterales. La capilla mayor se cubre con bóveda vaída, y está separada de la nave central por un arco toral.
Toda la iglesia está constituida por gruesos muros de ladrillo, realizados en aparejo regular o isódomo. La Capilla Mayor es de grandes proporciones y posee cuatro contrafuertes que recogen los empujes de la bóveda. La torre, iniciada a principios del XVI, no se terminaría hasta el siglo XVII bajo la dirección del arquitecto Diego López Bueno. Situada al noroeste, es de planta cuadrada y mide 32,95 metros de altura. Tiene un campanario de dos cuerpos y está rematada por un chapitel octogonal, recubierto de azulejos azules y blancos.
En cuanto a las obras de arte que alberga el templo parroquial en su interior, podemos destacar:
RETABLOS
Retablo Mayor, de estilo renacentista y finalizado hacia 1608. Presidido por la imagen de la Virgen de la Oliva, tiene como programa iconográfico temas de la vida de la Virgen y de los santos, y va rematado por el Calvario.
Retablo de la Inmaculada Concepción: siglo XVII, de características similares al retablo mayor, se atribuyen las pinturas a Francisco Herrera “el Viejo”.
ESCULTURAS
Dulce Nombre de Jesús: 1610, atribuida a Francisco de Ocampo y Felguera, posee una magnífica túnica bordada del siglo XVII.
Inmaculada Concepción, siglo XVII.
San Antonio de Padua, anónimo del siglo XVIII.
San José, anónimo del siglo XVIII.
San Ginés, anónimo del siglo XVII.
PINTURAS
Inmaculada Concepción, atribuida a Juan de Roelas, siglo XVII.
Santísima Trinidad, siglo XVIII.
La Anunciación a los Pastores y la Coronación de Espinas, anónimos del siglo XVII.
ORFEBRERÍA
Ostensorio de plata, anónimo de los siglos XVI-XVII.
Cáliz y copón de plata sobredorada, siglo XVIII.
Lámpara del Sagrario, decorada con rocallas y fechada en 1769.
LÁPIDA FUNERARIA
-Lápida funeraria de Susanna Famula, de época visigoda, siglo VI, con reinscripción en el siglo XVII.
RETABLO CERÁMICO
En la fachada del muro de la epístola encontramos un retablo cerámico de la Inmaculada Concepción, del siglo XVII.
ARCHIVO PARROQUIAL
Finalmente añadir que la Parroquia de Salteras posee un archivo histórico de gran antigüedad, muy completo, con documentos que datan de principios del siglo XVI.
Autora: Concepción Leal